STEAM
una respuesta a los desafíos
educativos de la región
Por: Equipo Emotions
¿Puede la metodología STEM, ser la respuesta que el desarrollo de la educación en Latinoamérica está buscando? Concebimos la educación como un derecho universal, pero para que esto sea una realidad, gobiernos, instituciones educativas, sociedad civil y la comunidad internacional debemos unirnos para trabajar en busca de soluciones que respondan a los desafíos de acceso, calidad y financiamiento, con el fin de que más niños y jóvenes tengan igualdad de condiciones a la hora de adquirir conocimiento.
Sorprende que, a pesar de las mejoras realizadas durante el pasado decenio en cobertura educativa, el progreso hacia la consecución y masificación de la educación primaria y secundaria se haya estancado. Si bien con la pandemia desde Emotions logramos que varias instituciones gubernamentales adoptaran tecnologías educativas (EdTech), sigue siendo un desafío el cumplimiento del 4 Objetivo de Desarrollo Sostenible que promueve la equidad y accesibilidad a la educación.
Para 2020, en América Latina se registraban 16,5 millones de niñas, niños y adolescentes en edad escolar fuera del sistema educativo y la brecha se siguió ampliando, lo que ha llevado a diferentes organizaciones como la CEPAL y las Naciones Unidas, a plantear soluciones a desafíos vigentes, ejercicio que desde Emotions queremos enriquecer destacando los resultados que la metodología STEM ha provocado en la región.
STEAM y su aporte a los desafíos de la educación regional
1. Acceso y equidad
Aunque ha habido avances de la mano de tecnología educativas, aún prevalecen áreas rurales y comunidades marginadas sin infraestructura y servicios educativos adecuados.
En este aspecto varios países vienen implementando Laboratorios de Innovación educativa, que compuestos por tecnologías educativas ofrecen acceso a miles de estudiantes ubicados en áreas rurales, siendo las niñas protagonistas de rutas de aprendizaje, que promueven el acercamiento a las matemáticas, robótica, ingeniería y demás materias preconcebidas de mayor interés para los hombres.
2. Calidad educativa
Esta variable cambia por país y al interior de cada uno. Sin embargo, se hace evidente que la mayoría de los programas de enseñanza deben ser actualizados, con base en los desarrollos más avanzados en neuroeducación, inteligencia artificial y enfoques pedagógicos alternativos.
A esto se debe sumar la capacitación al docente. No existen cifras que indiquen cuántos profesores están preparados para enseñar de acuerdo con las nuevas adopciones tecnológicas, además de estar inmersos en condiciones laborales, insuficientes e inequitativas.
En este aspecto, vale la pena destacar cómo a través de la metodología STEM, profesores de Latinoamérica son capacitados en el uso de tecnologías educativas (EdTech), que responden a los desafíos de la modernidad como la impresión 3D, Kit STEM o STEM Lego que permiten a los usuarios aprender de robótica, codificación algoritmos, entro otros.
También se destacan los Monitores Interactivos que adentran a las personas a nuevos formatos educativos y Gestores de Contenidos que permite acceder a información seleccionada de acuerdo con el currículo educativo, sin necesidad de estar conectados a internet.
3. Financiamiento sostenible
Gran parte de los países de la región tienen no solamente limitaciones financieras, sino que además la educación queda por fuera de las prioridades políticas e iniciativas nacionales. Pese a este panorama, existen proyectos en países como Colombia, México, Ecuador, Costa Rica, entre otros, donde los gobiernos han implementado en sus programas aulas STEM, que generan inclusión porque llegan a quienes están más lejos, evitando la desigualdad en el acceso a la información.
De esta manera, la tecnología cierra esas brechas, generando vínculos que se traducen en progreso y oportunidades y que, de ser adoptada en mayor medida, elevará las competencias de aquellos profesionales que deben responder a las necesidades que el futuro les plantea.
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